En el último episodio de la serie Superlight, nos desplazamos hasta las montañas de Lérida, donde Jesús y el equipo de Howa pusieron a prueba una combinación que enamora: el Howa Super Lite en calibre .243 y el visor Nikko Stirling Metor 4-16x50.
Desde el primer momento, el objetivo era claro: comprobar la agrupación y el rendimiento de este conjunto ultraligero pensado para la caza del corzo. Con un peso que apenas supera los 2,6 kg con óptica montada, el Howa Super Lite se comporta como un rifle ágil, equilibrado y sorprendentemente estable en disparos de precisión a 100 y 200 metros.
El calibre .243 Winchester fue la elección ideal. Su proyectil ligero, rápido y de baja deformación garantiza una energía suficiente sin dañar la carne, algo esencial cuando se busca aprovechar al máximo cada pieza.
Por su parte, el Nikko Stirling Metor 4-16x50 demostró ser el compañero perfecto. Su lente de 50 mm ofrece una luminosidad excepcional en los momentos clave del día —amanecer y atardecer—, mientras que el rango de aumentos 4-16x permite adaptarse fácilmente a las diferentes distancias que exige la caza en montaña.
El diseño sin torretas del Metor simplifica el uso en campo: basta con pequeños ajustes por clic para centrar los impactos, manteniendo una configuración limpia y resistente. La agrupación fue precisa, la visión clara y el control total.
A esto se suma la ligereza del conjunto, que hizo posible largas caminatas, ascensos duros y jornadas completas sin fatiga. Una experiencia que demuestra que ligereza no significa renunciar al rendimiento, sino optimizarlo.
Con el Howa Super Lite .243 y el Nikko Stirling Metor 4-16x50, el equipo disfrutó de una jornada de montaña, naturaleza y técnica: una prueba clara de que la caza ética, precisa y bien planificada sigue siendo una aventura de respeto y precisión.