Despertar en La Espadà (Castellón) con niebla levantando, barrancos verdes y pedreras interminables es la definición de “campo que examina equipo”. En este episodio, el objetivo fue un macho montés de Beceite dentro de un plan de gestión. La pareja protagonista —Howa Superlite en .308 y óptica Vortex— volvió a entregar exactamente lo que promete: ligereza, seguridad y visibilidad.
El escenario: laderas, pedreras y decisiones rápidas
Vegetación alta por lluvias, accesos por falda y ventanas cortas de tiro entre 150 y 250 m. Cada detalle del equipo y del cazador importa.
Howa Superlite .308: cuando 3 posiciones valen por diez
El Howa Superlite destaca por su peso pluma (≈3 kg con óptica), cañón contenido y seguro de tres posiciones que permite abrir el cerrojo sin riesgo. Es manejable, estable y perfecto para moverse por terreno quebrado.
Óptica Vortex: visión que decide lances
La óptica Vortex aporta nitidez, retícula clara y ajustes fiables. Ayuda a diferenciar animales en vegetación densa y a afinar el tiro en 200 m con rapidez.
Gestión y ética: decidir bien también es cazar
Durante la jornada se priorizó un macho con sarna, retirándolo del monte para proteger la población. La óptica permitió diagnosticar y el rifle resolvió con precisión.
La sinergia Vortex + Howa en Beceite
Ligereza = cabeza fría. Seguridad funcional gracias al seguro de 3 posiciones. Polivalencia óptica y repetibilidad en posiciones incómodas. Un binomio que convierte esfuerzo en eficacia.
Set-up recomendado (inspirado en la salida)
- Rifle: Howa ultraligero .308 Win, seguro de 3 posiciones.
- Óptica: Vortex rango medio, retícula nítida.
- Puesta a tiro: 200 m como base.
- Apoyos: mochila o trípode compacto.
- Accesorios: frontal, botas rígidas, bolsas para carne.
Conclusión: si el monte te examina, que tu equipo saque matrícula
En Castellón, con barrancos y piedra viva, Howa y Vortex permiten andar más, ver mejor y decidir antes. Es el binomio que convierte un día exigente en una jornada redonda.